miércoles, 16 de marzo de 2011

Bodegas Illana: Tradición, cultura y honestidad, generación tras generación


Hace mucho tiempo que el ser humano decidió vivir de un modo sedentario, por lo que empezó a cultivar la tierra. Obtener un líquido mágico, dejando fermentar la fruta fresca, debió de resultar relativamente maravilloso. Al visitar un moderno lagar, con sus enormes dimensiones repletas de vinos cuidadosamente tratados, sus tanques de acero inoxidable gigantes, la cadena de embotellado y quizás las barricas de roble descansando una sobre otra en bodega, podemos pensar que éste es el producto final de muchos siglos de ingenio humano.

En las últimas décadas del pasado siglo XX y la primera del XXI, el universo del vino no ha dejado de cambiar y extenderse. Ha habido grandes revoluciones en el mapa vitivinícola, en la tecnología, en las tradiciones… Bodegas Illana continúa con una tradición vinícola notable y con el compromiso de calidad que la sitúa en el grupo de bodegas dentro de la D.O La Ribera del Júcar como elaboradores de vinos más importantes. Frescos y afrutados son las expresiones que mejor definen ahora sus vinos.

Carolina y Javier son la cuarta generación que regenta Bodegas Illana. Con una larga historia vinícola a sus espaldas, siguen siendo el modelo para la producción de vino de primera calidad, ya que como cultivadores y productores intentan obtener grandes vinos, que sean la expresión tanto de su entorno como de las pasiones y filosofías personales.

El vino posee la capacidad prácticamente ilimitada de la sorpresa. No hay dos vinos iguales; ni hay dos botellas iguales. Todo depende del momento y de uno mismo.

Y después de disfrutar de una copa de Tres de cinco en buena compañía, he recordado un poema de Omar Khayyam. ¡Aquí lo tenéis! ¡Disfrutadlo escuchando esta cata!

Escucha la cata


-¿Porque vendes tú vino mercader? ¿Que pueden darte a cambio de tu vino? ¿Dinero? ¿Poder? ¿Pues no eres el dueño del mundo cuando tienes en tus manos una copa? ¿Riqueza? ¿Hay alguien más rico que tú, que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños? ¿Amor? ¿No sientes arder la sangre en tus venas cuando la copa besa tus labios? ¿No son los besos del vino tan dulces como los más ardorosos de la hurí? Pues si todo lo tienes en el vino, dime mercader, ¿porque lo vendes?

-Poeta, porque haciendo llegar a todos mi vino, doy poder, riquezas, sueños y amor; porque cuando estrechas en tus brazos a la amada me recuerdas; porque cuando quieres desear felicidad al amigo, levantas tu copa; porque Dios cuando bendijo el agua la trasformó en vino, y porque cuando bendijo el vino se trasformó en sangre... Si te ofrezco mi vino, poeta, ¡no me llames mercader!

0 comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a compartir con nosotros tus opiniones