Segunda cata de apadrinamiento

Marianella Moreno Sandoval es una niña colombiana de 6 años que ha sido apadrinada durante un año gracias a Bodegas Verum de Tomelloso, a amigos del Mesón Octavio de Ciudad Real y a este blog.

Marianella vive en una de las zonas más deprimidas de la ciudad de Barranquilla y su situación es extrema pues los ingresos familiares apenas llegan a los 45 € mensuales. Con la cata celebrada en la bodega manchega y gracias al dinero recabado entre los asistentes recibirá, entre otros, los siguientes beneficios: atención médica, cuidado dental, medicinas, ropa, acceso a programas nutricionales o útiles escolares al inicio del curso. La bodega por su parte no sólo cedió sus instalaciones y su personal en esta jornada sino que también ha colaborado económicamente en la compra de juguetes, ropa y un colchón para la niña. El compromiso es celebrar esta cata anualmente para que Marianella tenga un presente y un futuro mejor. El apadrinamiento se ha realizado con la ong www.children.org.

Un bonito cuento para Marianella, de las gotitas que se unieron por una sonrisa.

Gotitas de amor

Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria; y una pequeña palomita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo y volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos, la mandaron llamar y le dijeron:

-Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo es posible? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones? Date cuenta: no lo vas a lograr.

Y la palomita, humildemente, contestó:

-El bosque me ha dado tanto, le amo tanto... yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser. Este bosque es mi origen y mi hogar, y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar.

Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña palomita y le ayudaron a apagar el incendio.

“Cada gotita de agua apacigua un incendio. Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos, un mejor mañana será su reflejo. No subestime sus gotas: millones de ellas forman un océano. Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado.”

El selecto vino de Finca Los Aljibes

Desde el nacimiento de la bodega, en los Aljibes han seguido un sueño que surgió muchos años atrás: demostrar que aquella dura tierra de Chinchilla de Montearagón, sin apenas suelo, de vientos continuos e inviernos duros, era un rincón único donde elaborar vinos de la más alta expresión. En los primeros días soñaban con dos líneas de vinos: Viña Aljibes y Aljibes. La primera, nació para acercar el vino a todos los consumidores; para principiantes en el vino, que puedan entender y disfrutar de los vinos, y para beber. Primero llegó Viña Aljibes Rosado, que está considerado como uno de los mejores de España y que fue de los pioneros en el uso de Syrah monovarietal. Posteriormente, llegaron el VA tinto y el VA blanco, este último elaborado con dos uvas importantes de la bodega, la Chardonnay y la Sauvignon Blanc sin ningún tipo de complejos, habiendo sido en 2007 el mejor blanco de la Tierra de Castilla; a día de hoy sigue cosechando grandes premios. Con Aljibes se crea el tipo de vinos que nos gusta beber: serios pero agradables, elegantes, redondos, de tanino maduro y largo recorrido.

Así, apareció el primer vino español realizado con las uvas clásicas de Burdeos: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot, que se convirtió en el Mejor vino de la Tierra de Castilla en el año 2005 y que Robert Parker puntuó con 90 puntos. Tras este copuage, llegaron los monovarietales de Syrah y de Cabernet Franc.

Desde el principio sabían que podían hacer uno de los grandes vinos de España y en sus cabezas sonaba Selectus. En el año 2004, trece barricas les sorprenden y así nace la primera añada de Selectus. Y en el año 2005, el señor José Peñín sitúa Selectus entre los mejores vinos de España.

Todo esto les ayuda a continuar luchando por este sueño y esperar la mayor de las recompensas: el brindis de cada uno de nosotros, ser partícipes de nuestras alegrías y de nuestros sueños al abrir una de las botellas de Finca Los Aljibes.

Desde aquí les deseamos ¡Salud!!! y ¡Suerte!!!

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